viernes, 5 de octubre de 2018

La partida terminó.


Ahora que ya nada importa, que el rey se comió a la dama, 
la partida terminó, el tablero volvió a su caja.

El juego que tanta vida nos dio ha tenido que acabar,
el corazón y la razón, unidos no pueden jugar.

Pero al igual que en la vida, hay jugadas que se graban
en lo más profundo del ser, para nunca ser olvidadas.

Gracias por cada movimiento, por cada momento,
por cada sonrisa, por cada palabra.

Gracias por las noches en cueros, aún con la ropa puesta
gracias por hacerme el amor, sin tener que abrir las piernas.

Gracias por despertar mariposas, por hacerme sentir deseada,
por ayudarme a recordar que no debo perder la esperanza.
Que la vida es una suma de encuentros,
y que para bien o para mal, lo que tiene que pasar, pasa.

Siempre serás el rey negro, yo siempre la blanca dama.
Y aunque ahora ya todo da igual, hay cosas que no se acaban,
cuando dos personas conectan, por siempre se unen sus almas.



Sabina lo diría de otra manera:

"Ahora que, sin querer, 
hemos sabido querernos como es debido, 
sin querernos todavía".


1 comentario:

  1. Estoy plenamente convencido de que estás presta y dispuesta a jugar nuevas partidas...
    Un fuerte abrazo.

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