Si te has a marchar, tómate antes un tiempo para hacer inventario de lo que debes llevarte.
Nada
de lo que dejes volverá a ser tuyo. No te consentiré entrar de nuevo en mi
vida, aunque tenga que cambiar todas las cerraduras que conducen a mi.
Si te has de marchar, calcula
el espacio disponible en tu equipaje, para que guardes cada una de las
mentiras que inventabas. Los "te quiero" que fingías, las fotos de nuestros
viajes y las cartas que te escribí.
Si
te has de marchar, tómate tu tiempo para que no te olvides de nada,
porque nada será suficientemente importante, como para permitirte
volver.
Puedes
embalar cada una de las miradas que nos dimos y los besos que no te daré. Las promesas que me
hiciste y todas las noches que despiertos, nos pilló el amanecer.
Te
ruego que te lleves las guías de los viajes que planeamos realizar. Si
no te importa, llévate también tu taza para el café. El reloj de tu
mesa de noche y la manta del sofá, bajo la que inventamos mil formas de querer.
Deja hueco para las risas perdidas y las notas que escondía para sorprenderte al amanecer.
Llévate
mi vestido negro, aquel que me regalaste un día y que según tú me
sentaba tan bien. Sólo lo usé para ti, y no me lo he de volver a poner.
Antes de partir echa la vista atrás y atesora los momentos compartidos, por si alguna vez en la calma de tus noches, los necesites revivir. Quizás con el tiempo comprendas, que nunca he sido perfecta, sólo he sido una mujer.
Llévate el calor de mi cuerpo, una cuantas caricias furtivas y el aroma de mi piel. Puede que cuando menos lo esperes, tu conciencia arrepentida, te pida a gritos una oportunidad de volver.
Guarda todo cuanto te puedas llevar. Nada de lo que dejes olvidado, valdrá la pena para dar marcha atrás.
Si te has de marchar, no te quedes en el quicio de la puerta. Prepara tu equipaje y no mires atrás.
Antes de partir echa la vista atrás y atesora los momentos compartidos, por si alguna vez en la calma de tus noches, los necesites revivir. Quizás con el tiempo comprendas, que nunca he sido perfecta, sólo he sido una mujer.
Llévate el calor de mi cuerpo, una cuantas caricias furtivas y el aroma de mi piel. Puede que cuando menos lo esperes, tu conciencia arrepentida, te pida a gritos una oportunidad de volver.
Guarda todo cuanto te puedas llevar. Nada de lo que dejes olvidado, valdrá la pena para dar marcha atrás.
Si te has de marchar, no te quedes en el quicio de la puerta. Prepara tu equipaje y no mires atrás.
Excelente escrito,felicidades, palabras acordes a momentos reales. :D
ResponderEliminarMuchas gracias. Todas las historias tienen retales de la realidad, en mayor o menor medida. Un saludo.
ResponderEliminarY que se vaya bien lejos, ...
ResponderEliminarSi que se ajusta a muchas realidades.
Como siempre vas dejando tu esencia con tus palabras, cual perfume. ..
Parece que Él lo hubiera escrito para mi :¨( "nada de lo que dejes volverá a ser tuyo"
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