miércoles, 28 de septiembre de 2011

El amor me salió rana.

Ya no sueño con tus besos, ni te veo en las esquinas,
he olvidado tu aroma y no me asusta la rutina.


No he vuelto a extrañar tus manos, ni he soñado que regresas,
he cerrado los cajones del pasado y la tristeza.


Me resulta indiferente lo que hagas con tu vida,
el dolor ya remitió y no escuecen las heridas.

Que te quise con locura, no lo puedo discutir
pero resultaste ser sapo, quién me lo iba a decir.

Ni todos los buenos son buenos, ni los malos son tan malos
a mi me tocó ser la princesa, cuyo príncipe fue un sapo.

Da igual lo que te quise, porque ya no te quiero nada,
este cuento se acabó, sin el final que esperaba.


Lo mejor de tu partida, ahora que el tiempo pasó
es que mi vida sólo es mía, la protagonista soy yo.

No te deseo miserias, ni nada que por el estilo
pero si existe justica, ya tendrás tu merecido.


Que la vida le de a cada uno, aquello que se merezca,
tu "tempestad" llegará y será mi "recompensa".

5 comentarios:

  1. El tiempo pone a cada uno en su sitio, unos van de frente, otros con engaños, pero estos últimos algún día tendrán lo que van sembrando.

    Un beso a una Princesa.

    ResponderEliminar
  2. La vida pone a todo el mundo en su sitio, antes o después... no te quepa duda ;)

    ResponderEliminar
  3. Wooooooo, marcando sentencias a fuego!
    Pues sí, las vidas son así, todo vuelve...
    To-do.
    Muy bueno, Magdalena.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias a todos y todas por los comentarios...pero especialmente gracias por estar ahí.
    Besosssssssss

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu huella