sábado, 10 de septiembre de 2011

Hay quienes no cambian nunca...

Dicen que las personas cambian, que evolucionan, crecen, maduran...pero yo no estoy tan segura de ello.
Hay quienes serán toda la vida lo que han sido y lo que son, porque forma parte de su esencia o porque sencillamente, están por encima de todo, o mejor dicho, creen estar por encima de todo.
Escribo este post, pensando en alguien en concreto. Alguien que un día, fue muy importante para mi, y del que hoy, después de algunos años, sólo puedo decir que no ha cambiado, y poco temo a equivocarme si afirmo, que no cambiará jamás.

Cuando creí que lo había perdido, mi mundo se desmoronó y no asumía su ausencia. Pensé que jamás superaría el dolor de no tenerlo a mi lado, que mis preguntas jamás hallarían respuesta.
Estaba convencida de que él era el único que podría hacerme feliz, que a su lado superaría cualquier obstáculo, porque él siempre me protegería.
Un día muy caluroso de septiembre, me casé llena de dudas e inseguridades, pero enamorada hasta la médula. Convencida de que haberlo conocido era lo mejor que me había pasado.
Durante nuestro matrimonio, empecé a descubrir comportamientos y actitudes que me pillaron de sorpresa, y muchas veces pensé que quizás me había equivocado.
Pero cuando las dudas me asaltaban, él volvía a ser la misma persona que un día me conquistó, y entonces yo olvidaba cualquier dolor y me refugiaba en la esperanza de un mañana mejor.
Se aprovechó de mi amor desmedido para hacer de mi lo que quería.
Se aprovechó de mis miedos para crecerse.
Se aprovechó de mis temores para "domesticarme".
Se aprovechó de mis inseguridades, para hacerse más fuerte.
Y se aprovechó de todo lo que le di, para doblegarme.

Siempre confié en que las malas rachas entre nosotros, eran sólo eso...malas rachas.
Hoy sé que hay personas que no cambian, porque a pesar de que han pasado los años, me ha vuelto a demostrar que quien nace "sin palabra"...probablemente muera sin ella.
A mi me engañó durante años, haciéndome creer que yo era el problema. Haciéndome sentir cada vez más pequeña como única estrategia para él hacerse más grande.
Convenciéndome de que él era lo mejor que me había pasado, para crearme dependencia.
Me tragué cada una de sus mentiras, cada una de las lágrimas que a propósito me hizo derramar. Cada palabra mal dicha, cada insulto proferido, cada desprecio, cada grito...
Nunca me golpeó con las manos, pero las mayores palizas que he recibido, salieron de sus labios.

Nota de la autora:
A ti...si, a ti. Si te sientes aludido, jódete, porque es a ti a quien escribo.
Has sido lo peor que me ha pasado, pero ya he pagado el castigo de haberte amado un día.
Mi delito fue haberte conocido, pero escapé de esa jaula de mentiras en la que tú sigues encadenado, porque no hay peor cárcel que aquella, que aún con la puerta abierta, mantiene presa la conciencia.
Espero no volver a cruzarte en mi camino, pero si algún día nos volvemos a encontrar, haré como si jamás te hubiera conocido.

15 comentarios:

  1. Parece que los fantasmas han regresado Magda, para amargarte la vida otra vez...pero veo que los tienes bien exorcizados...bien...me alegro por tí, guapa....besoooossss

    ResponderEliminar
  2. Lo que sucede Marita, es que esos fantasmas ya no me asustan, mi consiguen el efecto que les gustaría...Ya no me escondo de ellos, ni meto la cabeza bajo las sábanas.
    Ahora basta con encender la luz para que se esfumen, porque mi vida está llena de claridad y mi fantasma vivirá por siempre entre tinieblas. Por mucho que se empeñe en aparecer...quue le jodan!!!!!
    Un beso enorme preciosa.

    ResponderEliminar
  3. Me alegra profundamente saberte tan fuerte, tan segura y tan confiada en tus propias fuerzas.

    Es curioso comprobar como los viejos trucos ya no funcionan ;)

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Ay, pobre... no sé qué te habrá hecho o si son solo los malos recuerdos, pero espero que finalmente sea algo que una vez estuvo y ya no está, y desaparezca para siempre de tu vida, y ni te acuerdes. Personas así no se merecen ni un segundo de tu tiempo. ¡Ánimo!

    ResponderEliminar
  5. No quiero ni imaginar lo mal que lo tienes que haber pasado, eres una mujer fuerte, solo hay que leerte, me alegro mucho de que salieras de todo eso y que puedas contarlo a viva voz.
    BESOS DE MEME

    ResponderEliminar
  6. A ese fantasma le has quitado la sabana y visto su auténtico rostro. ¡Bravo por ti!
    Un besito

    ResponderEliminar
  7. Chicas...sois una bendición.
    Si no tuviera este blog, lo reinventaría con tal de volver a tropezar con personas como ustedes. Que me dan fuerza, aliento y ganas de seguir.
    De alguna forma...las quiero!!!
    Gracias de corazón (de un corazón entero)

    ResponderEliminar
  8. Es muy bueno que aquellas dudas e inseguridades que tuviste en aquel momento hayan servido para que hoy tengas bien en claro aquello a lo que no queres volver.

    Hasta nuestros propios errores o equivocaciones nos ayudan a crecer.
    Y si, es cierto, hay personas que lamentablemente no cambian más...

    Un beso grande!

    ResponderEliminar
  9. Querida Magda, veo que no son momentos agradables para ti tampoco, pero me encanta tu fuerza...la misma que me transmites cuando te pasas a visitarme, no se como agradecerte en estos momentos tu apoyo y más sabiendo que tu tampoco estás para disparar cohetes....por eso valoro tanto a ciertas personas, que como tu, tiendes la mano amiga. Gracias por estar y ser. Aprovecho ahora que aún duerme para visitar, te mando un fuerte abrazo, con todo mi cariño.

    ResponderEliminar
  10. Bueno, con el tiempo, ese dolor que sufriste se vuelve fortaleza.
    Siempre escontramos piedras en el camino, aunque a veces sean verdaderas montañas de obstáculos lo importante es poder sortearlas.
    Un besote Magdalena

    ResponderEliminar
  11. Magdalena, no hay peor maltratador que el que va minando tu propia autoestima, esos tipos son los peores, los que quieren doblegar a la mujer para hacerla su sierva, para dejarla como un objeto inanimado.

    Apárta de tu vida todas las miserias...

    Saudades

    ResponderEliminar
  12. ¡Hola Magdalena! has expresado de una forma tan clara a los protagonistas que pienso que lo único que te duele en este momento es haber sufrido por alguien que no te llegaba a la suela del zapato.
    Un abrazo tierno

    ResponderEliminar
  13. De nuevo gracias a todas y cada una de las personas que me regalan unos minutos de su tiempo para compartir mis retales. Me siento de verdad, enormemente privilegiada.
    Un abrazo fuerte con todo mi cariño.

    ResponderEliminar
  14. Vaya, me apena verte así, espero que todo se convierta pronto en un mal sueño y vuelvas a sonreir.

    Besos

    ResponderEliminar
  15. uffff me siento tan identificada ... que casi me haces llorar ...

    Ojalá algun dia saque tu fortaleza .. y de el paso .. aunque creo que cada día esta mas cerca el momento

    un beso

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu huella