HABLAR es fácil pero CALLAR Requiere prudencia y Dominio
HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante la injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de si mismo, es vanidad.
HABLAR restituyéndote fama, es honradez.
HABLAR disipando falsos, es conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.
CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR de si mismo, es humildad.
CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR palabras inútiles, es virtud.
CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.
Debemos aprender primero a CALLAR para luego poder HABLAR
Recuerda siempre: Que tus palabras sean más importantes que el Silencio que rompes
Nos pierde el sonido de nuestra voz, aunque sea un vano eco resonando en el vacío. Me gustó la entrada, una reflexión más que necesaria.
ResponderEliminarEs un gusto leerte, aunque sea de tiempo en tiempo. Un abrazo
Magda...qué tal te ha tratado el agua???...madre mía...como ha llovido por ahí...siempre se dice que si uno no tiene nada mejor que decir...es mejor llamarse a silencio...práctica difícil...pero no imposible...y de la que tenemos que aprender más....besoosss
ResponderEliminarAhhhhhhhhhhh! amiga mía, qué importante saber callar, una palabra de más no tiene vuelta atrás.
ResponderEliminarMiles de besos, Siempre.