lunes, 11 de octubre de 2010

En el punto de partida...

Susana no sabía explicar qué era lo que había cambiado en su relación con Luis. Cerraba los ojos y trataba de buscar el momento en el que dejó de sentir aquellas mariposas revoloteando en su estómago cuando escuchaba sus pasos. Se culpaba de no encontrar un porqué que justificara su cambio de actitud hacia él. Las muestras de cariño ya no eran espontáneas como tiempo atrás, cuando su cuerpo deseaba un acercamiento continuo y su líbido ardía como un tubo incandescente con sólo una caricia suya.
No paraba de darle vueltas a la cabeza buscando la respuesta a todas las preguntas que fluían desordenadamente y que le estaban quitando el sueño desde hacía varias noches.
Ya no le molestaba encontrar la cama vacía, es más, agradecía aquella sensación de libertad, de poder perderse entre las sábanas sin miedo a perturbar el sueño de otro cuerpo cerca del suyo, aunque acostumbrara a pasar la noche sin moverse de su rincón.
Le empezaba a gustar aquel silencio que la recibía al llegar a casa y que un tiempo atrás le resultaba ensordecedor. Se había hecho amiga de la soledad, ésa a la que tanto le temía y cuya visita ahora le resultaba de lo más agradable.
Se sentía culpable por no sentir que quería pasar el resto de su vida al lado de aquella persona que tantas cosas buena le había aportado, que le había infundido el valor suficiente para seguir adelante en sus peores momentos, que había sido como una tabla salvavidas cuando sintió hundirse en un pozo del dolor.
Se preguntaba dónde habían quedado los planes de futuro que habían forjado entres risas y besos y esperaba ansiosamente que todo volviera a ser como antes. Que todas sus dudas fueran pasajeras y que de la misma manera que habían llegado, se esparcieran dejando tras de sí sólo un recuerdo fugaz.
Sabía que aún lo quería pero no era capaz de adivinar cuánto. No era capaz de dilucidar si lo que sentía por Luis era suficiente para quedarse a su lado y restarle importancia a ese momento de dudas e incertidumbre. En el fondo quería creer que todas las relaciones pasan por situaciones semejantes y que la suya no era una excepción, ni un caso aislado.
Y mientras todos sus pensamientos, dudas y preguntas inundaban la habitación, Susana se sentía una vez más "en el punto de partida", deseando con todo su ser regresar a la casilla en la que hasta hacía muy poco se encontraba su corazón.
Sabía que la respuesta que despejaría todas sus dudas, no tardaría en llegar...sólo era cuestión de tiempo, y así, dispuesta a esperar, se acurrucó plácidamente en el lugar que él ocupaba en la cama, porque esa noche, a pesar de todo, quería dormir recordando su olor.

7 comentarios:

  1. Precioso relato. Lo que cuentas es tan triste como real. Ese tipo de momentos se suceden continuamente en las relaciones. Las dudas de si el camino elegido es el correcto o deberíamos haber girado a la izquierda para llegar al lugar en el que deseamos realmente estar... Pero como en todo, el tiempo tiene la última palabra. Esa que siempre responde a nuestros pensamientos...

    Un abrazo!

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  2. Magda hoy simplemente me dejas sin palabras, te mando un gran abrazo.

    Con todo mi cariño Ely.,

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  3. Uy, llegar a ese punto en que ya no se siente tanto pero aún se siente algo debe ser muy difícil. A mí me llegó la consciencia de que ya no sentía nada muy repentinamente, seguramente no quise ver las señales antes... muy complicado el desamor.

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  4. Quizá simplemente es una racha mala un nubarrón de tormenta de verano y luego todo pasa.
    Besos Mil

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  5. Me ha encantado el relato Magda...sabes que soy de relatos..jeje...y pienso que deberías deleitarnos más seguido con este tipo de historias que hacen pensar, porque la has bordado....y en cuanto a Susana...mmm...muchas dudas tiene...lo quiero...no lo quiero...mejor esperar y ya veremos...a veces pasa eso...y siempre hay una señal que te hace cambiar de idea o no...esperemos que Susana sepa ver esa señal cuando ésta llegue...si me permites...me gustaría que te animaras con una historia con este tema como hilo conductor, con la cantidad de capítulos que quieras....eso si..más que uno...jeje...es una idea...pero me encantaría que lo hicieras...besos

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  6. RumBI, Elizabeth, Sonix, Meme y Marita...gracias, gracias y gracias.
    En casi todas las relaciones hay algún momento de "inflexión" en el que surgen dudas, sentimientos contradictorios, preguntas...No es un hecho aislado.
    Marita, me encanta tu propuesta, y gracias por animarme tanto, ya que sabes que admiro tu forma de escribir. Prometo que al menos, habrá una segunda parte...Susana aún tiene mucho que contar.jajaja.
    Besos para todas con todo mi cariño incluido.

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  7. Cuando el fuego ya no quema por dentro pero aún calienta. Puede parecer una circunstancia extraordinaria pero no lo es. Estoy con Marita, sigue...

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