martes, 17 de agosto de 2010

¿Café?

Hace tiempo que no dejo por aquí alguna de esas historias que tanto me gustan, más que por su contenido en sí, por la reflexión que nos plantean.
Pequeñas moralejas que invitan a pensar sobre determinados aspectos de nuestra vida, y a veces, de forma inesperada, nos hacen ver las cosas desde otra perspectiva. Aprendemos con ellas que un vaso medio vacío, también puede ser un vaso medio lleno, que una decisión equivocada puede llegar a convertirse en la solución a un futuro problema.

Así que si has decidido quedarte un ratito más por estos retales, permíteme que te invite a un café recién hecho...¿Te apetece?. Sírvete tú mismo/a, estás en tu casa.

"Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor y compartir los logros conseguidos en sus vidas.
Sin darse cuenta, el estrés que les producía el trabajo y la vida en general, se convirtió en el tema central de conversación.
El profesor les ofreció café y regresó de la cocina con una cafetera humeante acompañada de una selección de tazas de los más variada. Desde tazas de porcelana realmente exquisitas y caras, hasta simples tazas de cristal, pasando por sencillas tazas de plástico o vidrio cotidiano transparente.
Tranquilamente les pidió que escogieran una taza y se sirvieran ellos mismos el café recién preparado.
Cuando todos tenían su taza de café delante, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma y paciencia, les dijo:
-"Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían más caras y bonitas, se terminaron primero, quedando pocas de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada uno busca lo mejor para sí mismo, siendo ésa la causa de muchos de sus problemas.
Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café, en realidad la taza sólamente disfraza o reviste su contenido. Lo que ustedes querían era el café y no la taza, pero instintivamente buscaron la mejor y después la compararon con la que habían escogido los demás"-.

Moraleja:
La vida es el café...El trabajo, el dinero o la posición social, son meras tazas que le dan forma y soporte a la vida, y el tipo de taza que tengamos, no define ni cambia la calidad de vida que llevemos.
A menudo, por concentrarnos sólo en la taza, dejamos de disfrutar el café.

10 comentarios:

  1. Jo, como siempre, las historias que traes están cargadas de verdad. Buenísima... espero saber aplicar estas cosas que leo a mi vida.
    Un beso, y espero que todo vaya bien, o al menos, a mejor.

    ResponderEliminar
  2. Cuidada reflexión y hermoso marco para la misma. Tomando un café te leo, y sólo ahora me fijo en la taza, que por cierto es de loza blanca, sencilla, y practica y cómo no de IKEA made in China.

    Besos

    ResponderEliminar
  3. tomo nota, espero empezar a disfrutar de mi café.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Sonix...cuánta sabiduría se puede encontrar encerrada en tan pocas líneas, verdad??? vamos al menos a tratar de aplicarlas, seguro que vienen muy bien.
    Muchos besos mi niña.

    Pilar...pero tú no estás de vacaciones???jajaja. Gracias por no perderte detalle de este blog. Se agradece mucho. Ya sabes (porque me sigues), que me gustan las cosas sencillas, de ahí que entre todas las fotos que miré, haya escogida ésta.
    Un beso enorme.

    Ragnarök...yo también espero que a partir de ahora disfrutemos más del café, de su textura y aroma, y nos olvidemos de la taza.
    Un beso y gracias por la visita.

    ResponderEliminar
  5. Preciosa enseñanza !! Menos que tú y yo escribimos post serios, sobre todo YO. :P
    Un abz.

    ResponderEliminar
  6. Muy buen post da que pensar.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  7. Hola Thot...muchas gracias por la visita...Tienes razón, cada día estás mas formal en tu blog. Echo de menos algún post con un poco de cachondeo.jajajaj.
    Muchos besos

    Meme, en eso consiste...en pensar.
    Muchos besos

    ResponderEliminar
  8. Buenos días Magdalena! Me encanta el café (y por supuesto el post)...pero para mí lo esencial es con quién comparta ese café, la persona con la que disfrute ese café hará que el contenido del café y la taza tenga el valor que merecen. Besos.

    ResponderEliminar
  9. Magdaa que Bonito...¿esa história de donde la sacaste? la verdad es que tiene mucha mucha razón

    ResponderEliminar
  10. Hola Nazareth...hay muchos historias como ésta en el blog, por si te apetece cotillear.jajaja.
    Muchas gracias y besos

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu huella