jueves, 10 de junio de 2010

Una montaña o...¿un grano de arena?

Ayer fue un día de esos en los que estuve enfadada con "mi mundo", con "mis circunstancias" y sobre todo, "conmigo misma".
Me visitó el desánimo y la decepción, después de tomar un café con mi, a ratos amiga, y a ratos enemiga, "realidad". Le apetecía venir a verme para charlar y recordarme que está muy bien tener proyectos y propósitos, pero que no debo hacerme tantas ilusiones, cuando estos no dependen exclusivamente de mi buena voluntad.
No es que me sucediera nada drástico, y afortunadamente, tampoco tenía nada que ver con el trabajo (mantengo la ilusión y la esperanza de recuperar mi puesto), pero sí con haber planificado una vida en base a dos personas, y de repente, que la otra mitad desaparezca, dejándote a ti sola con todas las responsabilidades y compromisos adquiridos anteriormente.
Y lo que más me fastidia de todo, es que la otra parte se haya librado de todo tipo de problemas y que además, se haya llenado los bolsillos, llevándose consigo no sólo muchos sueños y expectativas, sino también lo poco o mucho que pudimos atesorar a base de tanto esfuerzo, pensando en "el día de mañana".
Ahora, lo que más me jode es pensar que podía haber luchado más por conseguir un acuerdo más justo y beneficioso para mi, en lugar de tratar de acabar con todo cuanto antes, rindiéndome a sus exigencias y caprichos.
No debí dejarme intimidar por su acoso y derribo hacia mi persona, sino haber mantenido la cabeza fría. Debí ser tan fría y calcularadora con él. Nunca tuve que dejarme intimidar por sus amenazas y sus discursos cargados de palabras hirientes y mal sonantes.
Debí aguantar con la misma fuerza y coraje con los que tomé la decisión de seguir mi vida sin él, y esperar que fuera él quien agotara su paciencia, manteniéndome impasible a su verborrea y a sus intentos de hacerme flaquear. Hasta que al final me rendí por la imperiosa necesidad de cerrar capítulo y conservar mi salud física y mental. Pero debí ser más fuerte.
Si pudiera volver atrás, no sería tan estúpida de ceder a sus chantajes emocionales, y creer cada una de sus mentiras.
Y todavía tiene la osadía de pretender hacerme creer que él fue el gran perdedor en todo este asunto. Y sí, claro que perdió, perdió lo más importante y valioso de esta historia, perdió mi amor. Me perdió a mi.
Desde luego yo gané más de lo que esperaba. Recuperé las riendas de mi vida y gané tranquilidad emocional. Pero en el plano material y económico, reconozco que supo jugar sus cartas mejor que yo, dejándome a mi inmersa en un oceáno de preocupaciones.
Sé que muchos pensarán que la felicidad no se puede comprar con dinero y que lo que importa es que ahora yo esté bien. Estoy COMPLETAMENTE DE ACUERDO, pero eso no implica que no me fastidie haber sido tan tonta de asumir sola todo aquello que en su día, era una responsabilidad de los dos, e incluso, responsabilidades que él había adquirido mucho antes de conocerme. Y que encima, se atreva a seguir presionándome, cuando jamás ha tenido la mínima consideración hacia mi.
Ahora me pregunto...¿realmente una persona que ha querido tanto a otra es capaz de hacer cosas tan horribles?...¿o es que acaso nunca me quiso?.
No logro entender, cómo es posible que muchas veces mi pena hacia él, o quizás mi pena por todo lo que se destruía, haya sido más fuerte que mi rabia y mi dolor por todo lo que me hizo y que incluso, haya sido tan ingenia de creer que estaba arrepentido, y aguantar una zancadilla tras otra.
¿Es posible que su conciencia lo deje vivir tranquilo?
Sé que no vale la pena remover cenizas, desvestir el pasado, pero es que ese pasado no hace más que dificultarme el presente, regresando una y otra vez en forma de fantasmas, problemas, complicaciones y sueños inconclusos.

Hoy trataré de quedarme con unas frases que ayer me regaló un buen amigo, quien sin saber mi estado de ánimo, me tiró un cable en forma de palabras que me hicieron reflexionar un poco, y tratar de convencerme que mis problemas, son del tamaño que yo quiero que sean.

"No dejes que el pasado te diga quién eres, sólo deja que te diga, quién serás" (Juan Ignacio)
No quiero que el pasado me siga pisando los talones, quiero coger carrerilla y ganar distancia, pero mis piernas no son tan rápidas como me gustaría.

"A veces esa montaña que has estado escalando, es tan solo un grano de arena" (José Ignacio).
Y quizás ese mar en el que a veces siento que me ahogo, sea sólo un vaso de agua.

"Qué sentido tiene correr, cuando estamos en la carrera equivocada" (Proverbio alemán)
Lamentablemente a veces tardamos demasiado tiempo en darnos cuenta de que la meta que perseguimos, realmente no es la que buscábamos, pero también es cierto, que "nunca es tarde, si la dicha es buena"



Por cierto, quiero agradecer públicamente a Canoso, cuyo blog sigo habitualmente porque siempre descubro cosas nuevas, por su generosidad para con "mis retales", por haberme otorgado un nuevo premio. Se trata del premio "Idea fugitiva", que ya he colocado orgullosa en mi vitrina imaginaria.
Me haría feliz, compartir este regalo con cualquier persona que siga habitualmente este rincón, y que le apetezca recibir este pequeño mimo.

8 comentarios:

  1. Gracias por tus palabras, Magdalena. En relación con las reflexiones a las frases, diría que lo importante no es la rápido que vas con la carretilla, o lo grande que es la montaña, tal vez lo inteligente es ir siempre de frente, más rápido o más lento, y comenzar a subir la montaña, sea enorme o un simple grano de arena, porque tarde o temprano llegaremos al final.

    Lo que no podemos hacer es pararnos a mirar el camino o la montaña, como he dicho otras veces:

    Siempre de frente y para atrás, nunca, ni para tomar impulso.

    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Magda..el otro día te decía que cuando nos pasan este tipo de cosas nos preguntamos ¿por qué?...porque me hace esto...porque me toca vivir esto a mi...destino, karma, o simplemente cosas que debíamos vivir para aprender...a veces te juro que no entiendo como una persona a la que hemos amado y nos decía que nos amaba se transforma en un ogro que nos arrebata la sonrisa y la ilusión y luego hay que hacer mil malabares pa' recuperarla...si en algún momento no fuiste fuerte y quisiste pasar página, eso fue lo que consideraste mejor...y lo lograste...recuperaste la tranquilidad....y seguirás mejorando....poco a poco...porque además tienes buenos amigos que te quieren y te apoyan...besos guapa y mucho ánimo

    ResponderEliminar
  3. Es normal que tengas recesos de éste tipo, pero tu conciencia y tu salud tanto mental como corporal, como bien dices es lo más importante.
    Has hecho lo justo con tu forma de ser, y lo necesario para seguir adelante sin arrastrar lastre innecesario y destructivo.
    Y el premio.... me lo llevooooooo, me parece genial!
    Un besote enorme

    ResponderEliminar
  4. Canoso...gracias a ti por todo.
    Sé que siempre hay que seguir de frente, pero jolines, me fastidia encontrar tantos obstáculos anclados en el pasado. Supongo que con el paso del tiempo, las cosas serán más fáciles. Cuesta mucho comenzar una nueva vida, cuando quedaron tantos capítulos por cerrar.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  5. Pues sí Marita. Lo más duro de todo es precisamente soportar que alguien a quien has querido tanto y que supuestamente te ha querido tanto, se convierte en tu peor enemigo. Una no está preparada para esas cosas. Si el amor se acaba por alguna de las partes, se cierra la historia y ya está, pero sin necesidad de hacer tanto daño. Eso sí que duele.
    Un beso y gracias por tus palabras

    ResponderEliminar
  6. Latrís, estoy encantada con que recogas el premio, quedará precioso en tu blog.
    Muchas gracias por la visita.
    Sí, hice lo que necesitaba hacer en ese momento, pero rendirme tan pronto cediendo a sus exigencias, lo estoy pagando caro.
    Un beso fuerte

    ResponderEliminar
  7. Meg, las mujeres pecamos de fuertes aunque se nos vea débiles. Siempre pensamos que los demás (o él), no son lo suficiente hábiles para subsistir.
    Muchas veces he dejado todo para vivir sin interferencias, también he preguntado a las paredes ¿porqué? pero no me han respondido. Tú eres un ser increíble, con tus aciertos y fallos, pero increíble. Mi niña, sigue adelante con fuerza. Tú puedes.
    Un abrazo y un beso con todo mi corazón.

    ResponderEliminar
  8. Gracias paisana.
    Tus palabras son muy reconfortantes, sobre todo, para tratar de dejar de pensar en "si...". Pero me hubiera gustado en aquel momento, haber pensado más en mi, porque seguramente, ahora las cosas serían un poco más fáciles de sobrellevar. Pero fue tan angustioso, y tan cuesta arriba, que cuando vi la oportunidad de terminar con todo, aunque fuera cediendo a sus exigencias, no tuve más fuerzas para seguir en la batalla. Y me retiré, saliéndose él con la suya. Pero bueno, ya no hay marcha atrás sino luchar por sobrevivir.
    Un beso enorme y miles de gracias paisana.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu huella