lunes, 7 de junio de 2010

Para todas las "Susis"

Como cada día al caer la tarde, Susana abre un pequeño armario situado en la esquina de su habitación, donde guarda todo lo que necesita para dejar de ser ella, y convertirse en "la otra".
En esa que cada noche espera a su presa, utilizando su cuerpo para seducir. En esa que despierta todas las miradas masculinas y hace que se escape algún suspiro de deseo, convertido en un piropo de carretera.
Minifalda de vértigo que deja al descubierto sus largas piernas, curtidas por muchas horas de gimnasio, donde pasa gran parte de su tiempo libre. Sabe que son su arma de seducción más potente, por lo que trata de cuidarlas tanto como puede. Un escote que le llega casi hasta el ombligo, trata de resaltar sus pechos, que aunque no son tan voluminosos como le gustaría, están muy bien formados, sin que la fuerza de la gravedad haya hecho aún mella en ellos.
La competencia en su ámbito laboral es cada vez más grande y desleal, y la edad no perdona. Así que a sus casi 35 años, aunque no los aparente, no puede bajar la guardia, en una profesión donde ellos, las prefieren cada vez más jóvenes.
En su mundo nocturno, el peligro acecha en cada esquina, y Susana no termina de acostumbrarse al olor y a los gustos íntimos de ciertos clientes, pero se consuela pensando que ya queda menos para dejar esta profesión, en la que ha vivido todo tipo de sin sabores, pero que le ha reportado no sólo su sustento diario, sino también el dinero suficiente para poder costearse sus estudios universitarios y su tesis doctoral, sin necesidad de depender de su familia, quienes piensan que trabaja de camarera a tiempo parcial en una cafetería.
Durante todo este tiempo, Susana ha conocido historias de todo tipo, no sólo entre la gran variedad de "amantes" que han explorado su cuerpo, sino entre algunas de las "compañeras "con las que ha compartido largas horas de espera en alguna callejuela mal iluminada y algún que otro café de madrugada.
La mayoría de ellas, extranjeras, chicas sin estudios, adictas a cualquier sustancia que les permita evadirse de su cruda realidad. Otras simplemente, mujeres castigadas duramente por la vida, que no han encontrado mejor salida para pagar el alquiler y alimentar a unos hijos "huérfanos de padre", que buscarse la vida en las calles frías y oscuras de la ciudad, mal vendiendo su cuerpo al primer transeúnte con ganas de "sentirse querido".
Susana, a pesar de todo, se siente afortunada, porque la noche no ha podido arrebatarle sus sueños e ilusiones de ser alguien en la vida. Tiene la suerte de no haber caído en las garras de ningún mal nacido, y además, su único vicio, es algún que otro cigarrillo para calmar la fatiga cuando su estómago le recuerda que lleva horas sin comer.
No se siente orgullosa de los años que ha invertido convirtiéndose en "La Susi", pero quiere pensar que el fin justifica los medios, y que algún día, cuando sea una profesional de prestigio, podrá decir que cualquier esfuerzo mereció la pena.
Esta noche, está dispuesta a trabajar más horas de las acostumbradas, para tratar de conseguir en una sola jornada, el dinero que le reportarían varias noches en la calle. Su examen final está demasiado cerca y necesita unos días de descanso, para centrar toda su atención en la materia, y poder culminar con éxito todos los esfuerzos realizados en los últimos años de su vida, para alcanzar ese sueño a nivel profesional.
Esta noche no se permitirá el lujo de elegir a sus amantes, aunque mantener ese lujo cada vez resulta más complicado. La crisis también afecta a su sector, aunque la mayoría siga sin privarse de algunos tipos de placeres.
Esta noche simplemente, será ella la elegida. Así que subida en unos tacones de vértigo, y un maquillaje perfecto, sin ser excesivamente llamativo, se dispone a salir a la calle convertida en "La Susi", para dejarse encontrar por todo aquel que quiera sentirse el hombre más importante del mundo, durante un revolcón improvisado, en cualquier rincón lo suficientemente discreto como para culminar con éxito el "trabajo" de quererse.
Ensaya frente al espejo que hay justo al lado de la puerta de su apartamento, la mejor de sus sonrisas y su mirada más sensual. Hoy será la reina de la noche, y de nuevo, hará que cada uno de sus amantes la desee ávido de placer, tratando de que cada revolcón llegue a su final lo antes posible. Así ganará tiempo entre cliente y cliente, lo que le reportará mayores beneficios. económicos.
Les hará creer que son unos amantes perfectos, y ganarán seguridad en sí mismos, sintiéndose orgullosos de hacer "disfrutar" a una mujer como ella.
¡Ignorantes y presumidos!. Se creerán "más machos" que de costumbre y con una sonrisa entre los labios se irán a casa, donde quizás, una fiel esposa esté esperando ansiosa su regreso.
Ella continuará su ronda nocturna, esperando al próximo hombre que desee robarle unas caricias a su cuerpo. Fingirá sensaciones inexistentes, que llenarán un poco más su cartera y vaciarán un poco más su alma. Pero ya está acostumbrada, se sabe de memoria el guión.
En eso consiste el juego. Ellos se sentirán más hombres aunque tengan que pagar por ello, y ella, simplemente engrosará su cuenta corriente para costearse el comienzo de su final como "La Susi", para llegar a ser Dª Susana. Una mujer envidiada y respetada, quizás por los mismos que esta noche se sentirán superiores encima de su cuerpo.
Cuando llegue ese momento, brindará por todos aquellos que se creyeron importantes en sus brazos, sin pensar ni un sólo instante, que sólo fueron uno más, en su larga lista de "indeseables", que acudían a su encuentro para robar un abrazo, un aliento...
Todos aquellos que vaciaron un pedazo de su alma, pero que nunca llenaron ni un milímetro de su corazón.
¡Empieza el juego!

17 comentarios:

  1. Muy bueno tu relato, buenísimo, tan real como lo es la vida, el mundo esta lleno de "Susis" y de historias reales, iguales a esta que nos narras tan magníficamente. Muy grato leerte, muy bueno tu relato.

    Muchos besos y feliz semana.

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  2. ¿Es realmente tan sencillo abandonar a 'la Susi' y convertirse en doña Susana? Me da a mi que es el sueño de muchas pero que no resulta tan sencillo... Por desgracia.

    Besotes

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  3. Magdalena me encantó esta otra visión, más actual, de mi farolillo rojo. Vender lo más preciado que es el cuerpo tiene que ser muy desagradable. A ese camino que de fácil no tiene nada como bien dices se puede llegar por muchas situaciones pero son muy pocas las que logran salir ilesas de él...
    Siempre ha existido porque siempre hay compradores de autoestima momentanea, de poder sobre otro.
    Un abrazo

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  4. Gracias Mari. Tienes toda la razón, el mundo está lleno de Susis. Sólo puedo sonrojarme ante tus palabras.
    Gracias por tu visita.
    Un beso muy fuerte.

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  5. Canoso...creo que no es fácil dejar a un lado una parte de nosotros y continuar nuestro camino como si nada hubiera pasado. Probablemente en el fondo de su alma, nunca olvidará que fue La Susi.Pero estoy convencida de que Susana, logrará su sueño, porque no es de las que se rinde.
    Muchas gracias por el comentario Canoso. Un placer recibir tu visita.
    Besos

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  6. Alondra...me gusta la última frase. "compradores de autoestima momentánea".
    Cualquier clase de sentimiento que se pueda comprar, al final...no vale absolutamente nada, pero pocos son los que se dan cuenta de ello.
    Muchas gracias por tu visita, especialmente por tu comentario. Como siempre, me ha encantado.
    Un beso enorme Alondra, y espero que vuelvas a deleitarme con tu canto.

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  7. Esta solución me parece un poco triste. Alquilar el cuerpo por necesidad de sobrevivir lo entiendo perfectamente pero en este caso parece ser que sólo busca dinero para conseguir un nuevo status, ser una doña. Si a ella le vale por mi perfecto pero me produce tristeza. En cuanto a ellos, no compran autoestima sino que no les importa autoengañarse por un rato, que alguien les mienta con su lenguaje corporal para sentirse..qué? Yo sólo vería vacío. Pero digo lo mismo de antes, si a ellos también les vale, por mí también perfecto.
    Un abrazo

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  8. Hola Thot...muchas gracias por la visita y por el comentario.
    Lamentablemente por muy triste que parezca, hay muchas Susis que ejercen el oficio porque les reporta mayores beneficios que cualquiero otro tipo de empleo. Ahí están, sobre todo, las Susis "de lujo", que se resisten a dejar la profesión, porque se han acostumbrado a ganar dinero de forma rápida.
    Cada una tendrá sus propios motivos...pero Susis, habrá siempre y en todas partes.
    Un beso muy fuerte amigo.

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  9. Tal como lo relatas me parece excelente,
    pero por desgracia en la sociedad se da el caso de innumerables "Susis", que por dinero venden sus encantos, es un verdadero problema y junto al paro un cancer de la sociedad y como no hay
    politico que resuelva este asunto, solo puedo
    decir que me parece una verguenza.
    feliz semana.
    un beso.

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  10. Gracias Ricardo por tu visita y por tu retal.
    Estamos hablando del oficio más antiguo del mundo, y siempre quedarán Susis por mucho que pese. Además, las Susis existen, porque hay quienes reclaman sus servicios. Por lo tanto, es la pescadilla que se muerde la cola.
    Un beso enorme Ricardo.

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  11. Muy fuerte tu relato y la cruda realidad de la vida.
    UN BESOTE

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  12. Susana se viste y se queda agazapada en el fondo del armario y no vuelve hasta que Susi la rescata, vive de ella, sólo espero que Susi pueda volver cada madrugada con el cuerpo suficientemente fuerte para poder encajar de nuevo el alma.

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  13. Hola amiga Meme...la realidad es la mayor fuente de inspiración, porque siempre superará cualquier relato ficticio.
    Otro besote para ti.

    Pilar, gracias por la visita. Tienes toda la razón, al menos, esperemos que siempre pueda regresar a casa sana y salva, porque la noche es una jungla llena de peligros. Espcialmente para todas las Susis, que comienzan su jornada, cuando cae la tarde.
    Un beso fuerte.

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  14. Perfecto, excelentes descripciones, palabras adecuadas, limpieza en el estilo. Bravo, Meg, arriba mi chicharrera!!!
    Un abrazo.

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  15. Jolines InfiniteRebel...me acabas de subir la autoestima una barbaridad. Te aseguro que has conseguido que el corazón me vaya a mil por hora.jajaja.
    Millones de gracias por ese comentario. No veas lo bien que me ha venido.
    Gracias paisana.

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  16. Señalamos con el dedo la frase despectiva ‘el fin justifica los medios’, tiñiéndola de egoísta para todas las situaciones. Como todo, creo que no se puede generalizar, hay situaciones tan irreales como la realidad bajo tu entrada, que mientras no se haga daño a los demás, cada cual es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo o mente, y más en tiempos de necesidad.
    Personalmente tengo un problema para ser candidato a estos servicios, yo lo llama el ‘síndrome del taxista’, algún día desarrollaré sus pies y su cabeza.
    Un besote, pero con vuelta,eh!

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  17. Si hubiese más hombres que pensaran como tú, habría menos Susis en el mundo, probablemente.
    El beso te lo devuelvo, multiplicado por dos.
    Gracias por la visita.

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