miércoles, 17 de febrero de 2010

Mi frase del día

La climatología vuelve a causar estragos en gran parte de nuestro país y el mal tiempo no ha pasado de largo por el Archipiélago canario. Es la segunda vez en quince días, que la alerta por fenómeno metereológico adverso, dispara todas las alarmas. Me temo que el tiempo volverá a ser el tema central en todas las tertulias y foros informativos. Con la que está cayendo, lo que más apetece es tomarse algo calentito y cobijarse en un rinconcito confortable a disfrutar de todo y de nada. Me gusta la sensación de no sentirme culpable por "perder el tiempo" sin hacer nada.
He comenzado a teclear "sin ton ni son", sin saber sobre qué escribir, pero no paro de darle vueltas a una frase que escuché mientras charlaba distendiamente en la cafetería. Fue en mi momento "café de la tarde", parada obligatoria para recargar pilas después de la jornada laboral y un poco de descanso tras la comida. Confieso que ese momento es uno de los que más disfruto en mi día a día, una cita ineludible que muy pocas circunstancias pueden hacer que no cumpla.
A lo que iba...la frase en cuestión salió a relucir en un debate político entre dos líderes de partidos opuestos. Si te soy sincera, no estaba prestando demasiada atención, pero esa frase entre dos personas de ideas tan diferentes me llamó la atención, más allá del tema central del debate ,que no era otro que la situación económica del país, y de ideologías políticas. La frase pronunciada por uno de esos líderes a su "adversario" era algo así como :-"estamos aquí para acercar posturas y no para subrayar diferencias"-.
Me quedé pensando en esas palabras, que creo dan para una buena reflexión o acaso ¿no crees que muchos problemas entre dos o más partes, se solucionarían si se buscara un término medio en lugar de tirar de la cuerda para uno u otro lado hasta debilitarla y romperla?. Parece una cosa sin importancia, pero yo creo que las relaciones, sean del tipo que sean, ganarían mucho si aplicáramos más y mejor esta frase.
Por ejemplo, ¿por qué empeñarnos en discutir si algo es blanco o negro, cuando podríamos quedarnos con el matiz del gris?. Acercar posturas en lugar de subrayar diferencias.
Cuando estamos convencidos de que tenemos la razón sobre algo, nos olvidamos de que quizás ese algo, admita otros puntos de vista sin que eso derive en una discusión. ¿Por qué nos empeñamos en considerar que estamos en lo cierto, que somos poseedores de la verdad absoluta y que la otra parte es la que se equivoca?. Hay otra frase que leí una vez y que se me quedó en la memoria: "dos personas pueden mirar en una misma dirección y ver cosas totalmente diferentes". De la misma manera, dos posturas opuestas, bien combinadas entre sí, pueden dar como resultado la mejor de las opciones.
¿Por qué el día o la noche y no una puesta de sol?
¿Por qué dulce o salado y no un buen toque agridulce?
¿Por qué grande o pequeño si existe el tamaño mediano?
¿Por qué tú o yo y no "nosotros"?
Sé que son ejemplos de lo más simples y que la vida es más compleja que todo eso, pero si en lugar de creer que cambiar de opinión es igual que ceder, pensáramos que simplemente se trata de llegar a un acuerdo en el que todas las partes saldrían ganando, nos evitaríamos muchos conflictos no sólo con los demás, sino también con nosotros mismos.
Convivir, combinar, compartir...procuremos acercar posturas en lugar de subrayar diferencias.
Todo tenemos algo que aportar y todo el mundo tiene algo que aportarnos. Busquemos pues el término medio, "ni para ti ni para mi sino para ambos".

5 comentarios:

  1. Recuerdo una situación similar hace unos años alrededor de una mesa redonda, a un lado yo, un madrileño pro grandes ciudades con 25 añitos creyéndome el rey del mundo, al otro lado un navarro cerrado de 40 y muchos años, defensor a muerte de la familia, y la vida tradicional. Entre medias una chica, mezcla de todo y de nada, sin saber qué postura coger. Mi propuesta de paz fue sencilla "si yo pienso y vivo de una forma A, y usted (refiriendo al navarro/suegro sin papeles) piensa y vive de una forma B, lo que tendremos que hacer es ceder cada uno una parte, y llegar a una situación X, intermedia, donde la convivencia sea posible".

    Tras mi exposición surgieron entre gritos y maldiciones, la incapacidad del navarro a dar su brazo a torcer, aparándose en su edad, su experiencia y en que las cosas se hacen como el quería; como te puedes imaginar ahí se acabaron las negociaciones. Muchas veces exigimos a los demás lo que nosotros mismos no somos capaces de ofrecer, ahí es donde radica el problema.

    ResponderEliminar
  2. Magdalena:
    Estoy de acuerdo contigo que siempre es mejor llegar a un punto intermedio. Ser flexible hace que el objeto o sujeto no se rompa. Pero hay situaciones, en el amor o en el sexo, que los puntos extremos son ansiados por ambas partes.
    Difícil vivir, sobretodo, porque nos está llevando el temporal a dar una vuelta en parapente, ¿Como estáis por ahí?
    Un beso.
    Alicia.
    PD: Si observáis que no escribo más es porque se ha hundido la isla, ja, ja,ja.

    ResponderEliminar
  3. Aplica para tantas instancias... y se considera tan poco!
    Un abrazo, que puede ser mutuo!

    ResponderEliminar
  4. El temporal ya debe estar amainando, porque está llegando aquí y no veas como aprieta... Espero que os recuperéis pronto. Besos

    ResponderEliminar
  5. Muchísimas gracias a todos. Acabo de leer los comentarios en esta mañana en la que el desánimo y la impotencia me pueden. El tiempo esta vez dejó su huella en "mis cosas". Supongo que todo se irá arreglando, al fin y al cabo lo material es materia, pero claro...cuesta tanto!. El caso es que reitero mi agradecimiento por los mensajes y envío un beso muy fuerte para todos.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu huella