miércoles, 30 de septiembre de 2009

Mi pequeño tesoro

Hoy escribo esta entrada embriagada de una gran emoción, con la piel de gallina mientras suena de fondo una y otra vez la voz de Soledad Jiménez con la canción "mi pequeño tesoro".
Ayer recibí una gran noticia, una noticia que me ha removido las entrañas por los muchos sentimientos que ha generado en mi interior. Voy a ser tía!!!!
Mi mejor amiga desde hace ya casi media vida, esa hermana que nunca tuve y que encontré en ella, está esperando un bebé.
Noelia, hoy mis líneas van dedicadas exclusivamente a ti, sin olvidarme de esa persona tan importante que tienes a tu lado y que por supuesto, es la otra mitad de este gran milagro que está sucediendo en tu interior.
Hoy amiga mía, quiero reiterarte mi felicitación por tu estado de "buena esperanza" y por la valentía de tomar una decisión tan importante, aún sabiendo que te cambiará la vida para siempre.
Me emociona que ese amor tan grande que comenzó hace ya algunos años, haya ido creciendo día a día hasta el punto de llegar al convencimiento absoluto de compartir la alegría y a su vez, la responsabilidad más grande que puede haber en la vida...traer un hijo al mundo.
Ahora sí entiendo eso de que has empezado una nueva etapa, un nuevo momento.
Me asaltan a la mente recuerdos de algunas conversaciones entorno a unos barraquitos inmensos con doble ración de leche condensada, envueltas en el humo de nuestros cigarrillos, en las que divagábamos sobre el futuro. Nos imaginábamos quedando en el mismo lugar unos años más tarde (con algunos kilos de más) para contarnos el día a día de nuestra vida como madres y esposas. Mientras, nuestros hijos corretearían por la cafetería haciendo de las suyas.
No sabes cómo me gustaría tenerte otra vez a la vuelta de la esquina para ver cómo esa barriguita va creciendo mes a mes. Tener la posibilidad de escuchar sus primeras pataditas mientras tú emocionada de felicidad me hablas sobre tus náuseas matinales o esos antojitos a media noche. Poder tocar tu vientre y sentir la vida que hay en su interior. Y también para escuchar esos pequeños temores que sé que en algún momento te invanden (no es para menos mi niña, que vas a ser mamá y eso no es moco de pavo.jajaja).Compartir todo ese proceso que durante nueve meses te hará madurar y crecer aún más como persona. Esa dulce espera hasta el día que tengas en tus brazos por primera vez a "esa cosita" que será tu mayor tesoro.
Sé que en los próximos meses nos echarás de menos más que nunca, pero también sé que estaremos más cerca de ti que nunca, porque todos los que te queremos, nos sentimos un poco "embarazados". Ahora que por fin voy a ser tía, quiero un sobrin@ sano y fuerte, así que más vale que te cuides como si fueras oro en paño o te daré más de un tirón de orejas cibernético.
Joer, cómo pasa el tiempo, hace nada estabas contándome lo mucho que te hacía sentir Pedro, tu traslado a Valencia y hoy ya ves...me cuentas que van a ser papás.
Pichi, serás una madre estupenda, porque eres una estupenda persona.
Ahora más que nunca...la luna brilla con más fuerza para ti.
Te quiero preciosa.



domingo, 20 de septiembre de 2009

Divagaciones

Esta semana he vuelto a mi vida cotidiana después de disfrutar durante un mes de mis vacaciones. Atrás quedaron las mañanas en las que no sonaba el despertador avisándome de que mis horas de sueño habían llegado a su fin. Las sesiones de cine hasta bien entrada la madrugada, las partidas de damas entorno a un humeante café, las visitas entre semana a los centros comerciales, los recorridos por la isla de forma improvisada o las noches de marcha entre semana.
La verdad es que han sido unas buenas vacaciones, al menos mucho mejor de lo que pensé hace unos meses.
La vuelta al trabajo también ha sido un poco más agradable de lo que esperaba porque finalmente me han cambiado de puesto y ahora al menos estoy bastante ocupada, con lo que la jornada laboral pasa un poco más rápido. Supongo que terminaré agobiada de tanto trabajo, pero prefiero desear que termine el día para desconectar, que desear que acabe por el aburrimiento.
Este último mes también ha estado lleno de sentimientos y sensaciones contradictorias, llegando incluso a plantearme en algunos momentos, la necesidad de retomar mis sesiones con el psicólogo.
Si has seguido mi blog, habrás comprobado que he ido evolucionando favorablemente de la dolencia que aqueja a mi corazón y a mi cabeza desde hace ya casi siete meses, pero aún estoy pendiente del "alta definitiva". Es cierto que la recuperación ha sido más rápida de lo previsto pero aún tengo recaídas emocionales que me desbordan psicológicamente. Dicen los que me conocen, que las seguiré teniendo durante mucho tiempo y que no debo preocuparme, tan sólo mantenerme fuerte y luchar por lo que quiero en estos momentos de mi vida, sin mirar más al pasado.
Siento que voy dejando atrás etapas y cerrando capítulos, pero hay momentos en los que creo que mi pasado me va a perseguir el resto de mi vida. En esos momentos, me entra el pánico porque pienso que no seré capaz de hacer feliz a nadie y que por lo tanto, nadie podrá hacerme feliz a mi.
Estos pensamientos se fundamentan en las cosas que he vivido en los últimos años y que me han hecho cambiar la percepción que tenía del amor, de la confianza, de la sinceridad, de los sueños...
Creo que mi gran problema es que pienso demasiado, que le doy demasiadas vueltas a la cabeza, y que debería centrarme más en disfrutar de cada momento sin pensar más allá.
Es domingo y desde mi mesa puedo escuchar el sonido de la lluvia...la fría brisa que se cuela por la ventana me hiela los pies. Maggie, me mira con sus brillantes ojos oscuros recordándome que su amor sí es incondicional y yo me pierdo divagando entre mis recuerdos...entre lo que tuve y lo que tengo, entre el pasado y el presente.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Entre lo real y lo irreal

Entre lo real y lo irreal transcurre mi vida. Entre verdades y mentiras, recuerdos y añoranzas.
Lo que fue, lo que pudo haber sido y lo que es en realidad. El pasado y el presente juegan un pulso constante para ver quién es más fuerte, y yo me pierdo en un laberinto de contradicciones.
Hoy ha sido un día extraño, hoy mi cabeza me ha jugado una mala pasada. Últimamente mi mente se empeña en viajar a lugares oscuros en los que sólo encuentra incertidumbre y temores.
Me convierto en una extraña conmigo misma, en alguien a quien detesto porque me hace sentir mal, y lo peor de todo es que esa desconocida se apodera de las riendas de mi vida haciéndome actuar como una persona inmadura e irracional.
Hoy he sentido que ese rayito de luz que he encontrado en mi travesía por las tinieblas, puede dejar de brillar si no tomo las riendas de mi vida sin que nada ni nadie me haga dudar de mis sentimientos y sobre todo de los sentimientos de alguien que está recomponiendo mi corazón con mucha paciencia y respeto.
Hoy he descubierto que realmente debo darme una oportunidad sin pensar que volveré a pasar por lo mismo. Me lo debo a mi misma, pero sobre todo se lo debo a él por demostrarme cada día que las comparaciones son odiosas y que no debo negarme a ser feliz por miedo a dejar de serlo algún día.

martes, 1 de septiembre de 2009

Mi nuevo camino

Seis meses atrás mi vida era completamente diferente. Sólo seis meses, muy poco tiempo para algunas cosas y toda una eternidad para otras.
Ha comenzado el mes de septiembre con una nueva perspectiva en mi vida, con cierto regusto a libertad. Una libertad que aunque no fue buscada en ningún momento, ahora ocupa el puesto principal de mis propósitos y deseos. Una libertad que se coló por debajo de esa puerta que cerraste hace seis meses, pensando quizás que algún día volverías a cruzarla como si tal cosa.
La maleta se te quedó grande cuando te diste cuenta de que no ibas a volver, pero ya no porque decidieras no hacerlo, sino porque se oxidó la cerradura que tantas veces abrió lo que creíamos era un hogar y que al final ha resultado ser sólo una casa corriente, como tantas otras.
Me dices que es imposible que haya dejado de quererte, y en el fondo tienes algo de razón. Te quise tanto que seis meses es muy poco para olvidarte, pero es tiempo suficiente para darme cuenta de que ya no es amor lo que siento por ti. Ese amor que te puse "en bandeja de plata", también se oxidó, pero prefiero querer tu recuerdo que envenenarme de rabia hacia ti. No hay peor enemigo en esta vida que nuestra propia conciencia, y sé que la tuya cada día te recuerda lo que dejaste en el camino.
Tampoco voy a negarte que sigues estando presente en muchos momentos de mi vida, pero ya no es por añoranza ni pena, ahora me limito a asumir que formas parte de mi pasado y a convivir con tu recuerdo.
¿Sabes?, he hecho muchos progresos en mi vida...espero que te alegre saber que ahora tomo mis propias decisiones sin titubear y sin que me importe demasiado lo que piensen los demás al respecto. Estoy aprendiendo a quererme cada día un poco más, y ya no le doy permiso a nadie para hacerme sentir mal conmigo misma. He dejado de ser la causa de discusiones absurdas y de asumir culpas que no me corresponden.
Ahora no tengo miedo a estar sola si tengo que estarlo, ni me asusta enfrentarme a la vida sin alguien a mi lado, porque me has enseñado que las personas que en algún momento creemos que nunca nos fallarán, puede que sólo estén de paso y que un día como otro cualquiera, prefieran prescindir de nuestra compañía. Por eso ahora soy yo mi mejor amiga.
Tengo que darte las gracias por muchas cosas que me has enseñado en los últimos meses, sin saberlo has rescatado a aquella niña que llevaba dentro y que de repente un día se hizo demasiado mayor para su edad. Ahora puedo afirmar que no te has llevado 5 años de mi vida sino que me has devuelto muchos más.
Espero de todo corazón que ambos aprendamos de nuestros errores y que cada uno encuentre su camino hacia la felicidad. Seria incapaz de desearte nada malo porque yo sí te quise.
No voy a reprocharte nada porque de eso te encargarás tu mismo si alguna vez me amaste tanto como decías, sólo espero que encuentres lo que yo no supe darte o lo que tú no supiste valorar. Que algún día, en lugar de una casa tengas un hogar y que tu vida esté llena "de cálidos atardeceres, preludios de un amor reflejado en las pupilas de alguien especial que te haga amar sin recelo y sin mirar a los lados". Espero que seas inmensamente dichoso, espero que seas, inmensamente feliz.
Yo por mi parte, estoy empezando a encontrar ese camino hacia una nueva vida...un camino que comienza con la indiferencia y que no está salpicado de odios ni rencores.
Un camino nuevo que tendré que recorrer sin tu compañía, porque seis meses atrás decidiste caminar en solitario.

El principio de un comienzo

Me enfrento a una hoja en blanco que quiero llenar con tu esencia, impregnando de ti cada línea. Quiero que esta página lleve tu nombre y tu aroma, y poder describir en ella lo que siento cuando estoy contigo y también cuando estoy sin ti.
Quizás no te haya conocido en el mejor momento de mi vida, pero sin duda, conocerte ha cambiado mi rumbo. Tampoco creo que haya momentos mejores o peores para enamorarse, simplemente momentos.
Llegaste sin previo aviso, sin manual de instrucciones y sin prospecto. Nadie me advirtió que conocerte podría causarme efectos secundarios, que provocabas dependencia. Ahora cada día necesito una dosis mayor de ti porque te has convertido en el remedio para todas mis penas y en el mejor acompañamiento para mis alegrías. Eres como un “chute” de energía, que me recuerda que estoy viva.
Contigo estoy aprendiendo a valorar de nuevo las cosas sencillas de la vida. Cuando tus ojos oscuros, tan limpios y transparentes se cruzan con los míos, me doy cuenta de que la felicidad no se compra con dinero, que un beso tuyo, una sonrisa o una caricia, valen más que todo lo que tengo.
Desde que llegaste a mi vida sólo deseo que no te marches nunca más. Quisiera poder levantarme cada mañana a tu lado y saber que contigo nunca voy a tener miedo de enfrentarme a nada, porque reúnes todas esas cualidades que yo siempre he buscado en mi compañero de viaje.
No has permitido que los golpes de la vida hagan mella en tu forma de ser, conservando la ternura, la inocencia y la frescura de un niño. No dejes que nada ni nadie te arrebate eso.
Admiro tu capacidad de lucha, tu afán de superación y tus ganas de progresar.
Sé que a tu lado cualquier obstáculo se hará pequeño, porque con tu forma de ver la vida me estás enseñando a preocuparme lo justo y a darle a las cosas la importancia que realmente tienen.
Estoy inmensamente orgullosa de ti, no sólo porque eres un artista de los pies a la cabeza, sino porque eres un ejemplo de que la humildad y la sencillez hacen grande al ser humano.
Sé que te quiero aunque a veces ni yo misma sepa cuánto, pero cuando te siento lejos o te pienso en la distancia, sé que no me equivoco con lo que siento.
Sé que te necesito porque cada minuto te extraño y siento celos de todo lo que te rodea cuando no te tengo en mis brazos.
Sé que quiero que formes parte de mi mañana, porque mi futuro lo planteo contigo.
Y quiero pensar cada día que “esto va a salir pa´lante".